¿Te duele la rodilla o la cadera todo el tiempo? Descubre qué puede estar pasando
Si has llegado hasta aquí, es probable que el dolor en tu rodilla o cadera te esté afectando más de lo que quisieras. Como médico, quiero hablarte de manera sencilla y directa sobre lo que puede estar pasando con tu cuerpo, qué opciones tienes y cómo podemos acompañarte en este proceso.
El dolor que no se va…
El dolor crónico no es solo una molestia física: también desgasta emocionalmente.
Cuando ese dolor en la rodilla o la cadera dura semanas, meses o incluso años, empieza a limitar lo que antes hacías sin pensarlo: caminar, agacharte, subir escaleras o incluso dormir tranquilo.
Muchas personas se acostumbran a vivir con ese dolor, pensando que es "normal por la edad" o que "no hay nada que hacer". Pero no es así. Hay tratamientos, hay opciones, y hay esperanza.
¿Qué puede estar causando tu dolor?
Te comparto algunas de las causas más comunes que veo en consulta:
Artrosis (desgaste articular)
Es una de las causas más frecuentes, especialmente a partir de los 50 años. El cartílago que recubre la articulación se va deteriorando, provocando fricción, inflamación y dolor.
Lesiones antiguas
Quizás tuviste una caída hace años, un esguince mal tratado, o una cirugía previa. Las secuelas a veces aparecen con el tiempo.
Tendinitis o bursitis
La sobrecarga por actividad repetitiva, sobrepeso o mala postura puede inflamar tejidos como tendones o bursas, generando dolor persistente.
Problemas de alineación o desgaste muscular
Una pisada incorrecta, debilidad en los músculos de la cadera o la espalda, o incluso una diferencia en la longitud de las piernas pueden provocar sobrecarga articular.
¿Qué podemos hacer?
Lo primero es escucharte. Cada persona vive el dolor de manera diferente, por eso el enfoque debe ser individualizado.
Después de una evaluación clínica y, si es necesario, estudios de imagen, te propongo un plan de tratamiento que puede incluir:
Fisioterapia especializada
Movilización, ejercicios personalizados, fortalecimiento y reeducación del movimiento.
Medicación
Cuando es necesario, usamos antiinflamatorios, analgésicos o incluso suplementos articulares, siempre controlando dosis y duración.
Infiltraciones
En ciertos casos, podemos aplicar medicamentos directamente en la articulación para aliviar el dolor y mejorar tu movilidad.
Cirugía
Cuando el daño es avanzado y los tratamientos conservadores no funcionan, una prótesis de rodilla o cadera puede devolverte calidad de vida.

Consejos prácticos para tu día a día.
Evita el reposo prolongado: el movimiento suave ayuda más de lo que crees.
Si estás con sobrepeso, bajar aunque sea unos pocos kilos ya reduce la carga sobre tus articulaciones.
Usa calzado cómodo, evita superficies irregulares y escucha a tu cuerpo.
El calor local por la mañana puede aliviar la rigidez.
Y lo más importante: no normalices el dolor.
Entiendo que convivir con dolor es frustrante.
Mi compromiso como médico es ayudarte a encontrar la causa de ese dolor y ofrecerte un tratamiento claro, honesto y adaptado a ti.
No siempre podemos "curar" todo, pero sí podemos mejorar tu calidad de vida, y eso ya hace una gran diferencia.
Si sientes que ha llegado el momento de hacer algo por ti, estoy aquí para ayudarte.